Los tres grandes sindicatos de Polonia comenzaron su cuarto día de manifestaciones en Varsovia el 11 de septiembre protestando contra las medidas de austeridad del Gobierno, informa el diario, añadiendo que el cumplimiento de las demandas sindicales arruinaría la economía de la nación.
Los sindicatos piden un giro en el aumento decretado este años de la edad de jubilación hasta los 67, un aumento en el número de trabajadores que tengan derecho a las prestaciones de jubilación adicionales debido a que trabajan en condiciones peligrosas, la abolición del horario flexible y una subida en el salario mínimo hasta el 50 por ciento del salario medio.
Rzeczpospolita calcula que estos cambios costarían alrededor de 150.000 millones de eslotis (36.000 millones de euros) durante siete años, además de incalculables costes adicionales relacionados con el aumento del desempleo y una nueva ola de emigración.
El diario cita al economista jefe de Invest-Bank Wiktor Wojciechowski, quién asegura que:
Los sindicatos podrían provocar rápidamente que un escenario al estilo griego se desarrolle poco a poco en Polonia.