El ministro del Interior francés, Manuel Valls (socialista), aseguró el 24 de septiembre que "los gitanos están destinados a volver a Rumanía y Bulgaria" porque "estas poblaciones tienen modos de vida extremadamente diferentes a los nuestros y están evidentemente en confrontación" con las poblaciones locales.
"El tema de la inmigración va a ser instrumentalizado hasta las municipales de marzo", apunta Libération:
Desde el principio del verano, los representantes electos de derecha han multiplicado las declaraciones agresivas en la prensa regional contra la afluencia de demandantes de asilo en su región.
Pero las palabras del ministro "han reavivado la guerra en las trincheras socialistas entre 'realistas' autoproclamados, partidistas de la firmeza, y los defensores de los grandes principios de acogida y de integración", observa también el diario.