Pensionistas, funcionarios públicos y empleados del Estado serán los grandes perdedores con el presupuesto anunciado para 2014 por el Gobierno, el 15 de octubre.
El país se encamina a incumplir el objetivo de déficit para 2013, fijado con la troika en el 5,5% del PIB, esperándose una cifra alrededor del 5,9%. Esto significa que la austeridad continuará durante el año próximo, añade Jornal de Negócios.
El presupuesto sufrirá recortes por 3.900 millones de euros en los gastos del Estado, explica el diario, a través de
reducciones salariales para aproximadamente el 90% de los empleados públicos, un aumento en la edad de jubilación de 65 a 66 años, y un aumento de la imposición en el sector bancario.