Según una investigación de Spiegel Online, "el Gobierno alemán ha recibido indicaciones según las cuales el teléfono móvil de la canciller alemana podría ser escuchado por los servicios norteamericanos", escribe Süddeutsche Zeitung.
El 23 de octubre, algunas horas después de estas revelaciones, Angela Merkel llamó al presidente norteamericano Barack Obama para pedirle "explicaciones inmediatas y completas" sobre estas acusaciones, indica el diario, para el que:
Un ataque contra su teléfono sería un ataque contra el corazón político de Angela Merkel. Una afrenta más grande cometida por un Estado amigo es difícilmente imaginable. Si los servicios secretos norteamericanos la han espiado verdaderamente, el asunto de la NSA tomaría una nueva dimensión.