Un tribunal de negocios de Renania del Norte-Westfalia le dio la razón el 2 de diciembre a una familia rumana que había reclamado ayudas sociales en Alemania. La corte ha invocado la libertad de circulación y de estancia de los ciudadanos de la UE, garantizada por la Carta Europea de Derechos Fundamentales, explica Die Welt.
Transmitiendo los temores de los partidos conservadores, que temen que el “turismo social” ponga en riesgo los recursos financieros públicos, el diario escribe que
el que pierde su empleo tiene derecho a la ayuda social, y eso no es más que justicia. Pero un derecho a inmigrar en nuestro sistema social no existe. Y precisarlo no tiene nada de racista.
Die Welt, por otra parte, aconseja a los comisarios europeos que “pongan freno a su indignación moral” hacia los países que quieren mantener restricciones limitando el acceso a los sistemas sociales. “El mejor medio para combatir a los populistas sería la aplicación del derecho europeo”, concluye el diario.