El Banco Central de Portugal anunció el 3 de agosto las medidas de rescate del Banco Espirito Santo (BES), “acusado de haber llevado a cabo actividades fraudulentas”, indica el Jornal de Notícias, y castigado por los escándalos, hasta el punto de que las pérdidas entre enero y junio de 2014 alcanzan los 3.580 millones de euros, y cuyo curso ha caído un 73% durante la pasada semana.
BES será dividido en dos entidades: Novo Banco, que agrupará los activos sanos y al que el Estado inyectará 4.400 millones de euros de fondos públicos, puestos a disposición por la troika (UE, FMI, BCE), más 380 millones de euros del fondo de resolución bancaria portugués y 120 millones provenientes de bancos privados; y BES, un “bad bank” que agrupará a los activos tóxicos, explica el diario.
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