El 25 de agosto, el primer ministro Manuel Valls presentó la dimisión de su Gobierno, tras los ataques de los que fue objeto por parte de algunos de sus ministros en el pasado fin de semana. De la misma manera que algunos diputados de la mayoría, estos le reprochaban su política de austeridad económica, que sería responsable de la ausencia de crecimiento y de la persistencia del paro, indica Libération.
En todo caso, según el diario,
A pesar de este contexto, François Hollande y Manuel Valls han frenado todo cambio de política, juzgando que las medidas adoptadas desde 2012 todavía no han producido sus efectos. Encargando a Europa la adopción de las medidas necesarias para el crecimiento. Con el resultado de facilitar que prospere un debate que amenaza con degenerar en crisis política.
Hollande ha encargado a chargé Valls la formación de un nuevo Gobierno, que debería anunciarse el mismo martes 26 de agosto.