“La economía mundial no está en buena forma.. [...] Pero la más grande amenaza económica es de lejos la que viene de la Europa continental”, escribe The Economist. En portada, el semanario británico representa a la zona euro como un loro muerto, una referencia humorística al célebre sketch del grupo cómico Monty Python, vigilado por la canciller alemana Angela Merkel, que asegura que “solamente está descansando”.
¿Cuál es el problema? la zona euro estaría acercándose a la deflación. Para hacer frente a este fenómeno, “Europa debe poner término a su comportamiento autodestructivo”, y ello necesita “algo radical”, afirma The Economist:
La mejor opción jurídica sería formalizar un aumento espectacular de los gastos en infraestructuras con la compra de deuda por el BCE[...] Otra posibilidad consistiría en redefinir las reglas europeas [de reducción] del déficit para excluir los gastos en inversiones, lo que permitiría a los gobiernos aliviar su déficit, con el BCE proporcionando además un colchón de seguridad. Pero detrás de todo ello hay un problema de voluntad política. Porque la señora Merkel y los alemanes no están dispuestos a tomar medidas a menos que la moneda única esté al borde de la catástrofe.