El Gobierno turco ha reaccionado airadamente a las declaraciones de la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Federica Mogherini, y el comisario de Ampliación de la UE, Johannes Hahn, que han manifestado conjuntamente el 14 de diciembre que "las redadas y detenciones por parte de la policía de una serie de periodistas y representantes de medios de comunicación en Turquía", ese mismo día, están "en contra de los valores y las normas europeas de a los que aspira Turquía".
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan manifestó el lunes que "La UE debe ocuparse de sus propios asuntos y guardarse sus opiniones", agregando que la redadas no infringen la libertad de prensa.
De acuerdo a Cumhuriyet, Mogherini se mostró "muy sorprendida", pues
la reacción de Erdogan se produjo apenas una semana después de su visita a Turquía que se cerraron con reuniones "muy constructivas" y ambas partes entendieron que se ofrecía una "oportunidad para un nuevo comienzo" con una nueva Comisión en Bruselas y un nuevo Gobierno en Ankara.