Le Monde dedica su portada al atentado del miércoles 7 de enero contra el semanario satírico, que causó 12 muertos, y comenta el hecho con gran emotividad en su editorial:
las palabras apenas expresan la magnitud de la onda de choque que atraviesa Francia tras el ataque terrorista contra Charlie Hebdo. Un choque que nos envía, en la debida proporción, al experimentado un 11 septiembre de 2001 por todo el planeta.
El diario saluda la labor realizada por sus colegas asesinados, haciendo hincapié en que
Durante años, durante décadas se han resistido a través de la caricatura, el humor y la insolencia a todo fanatismo, han criticado a los fundamentalismos, han denunciado las estupideces y han señalado a las instituciones.
Incluso aunque la redacción de Charlie Hebdo se sabía amenazada, "*no había dado un paso atrás ni cedido". Condenando el ataque, Le Monde advierte contra la "trampa" que el mismo representa: "quiere fomentar las divisiones, la sospecha, la desconfianza que atraviesa la sociedad francesa" y hace un llamamiento para "evitar toda confusión entre los autores del atentado y el conjunto de los musulmanes". Celebra las manifestaciones espontáneas que tuvieron lugar el día del ataque en un espíritu republicano y concluye reiterando el lema de las manifestaciones de solidaridad en Francia y en todo el mundo: "Todos somos Charlie".