"¿Planea otorgar autorizaciones para la exploración o producción de hidrocarburos que puedan requerir el uso de fractura hidráulica de gran volumen?": “Sí” o “probablemente” es la respuesta facilitada por 11 de los 28 Estados de la UE al cuestionario enviado por la Comisión Europea hace algo más de un año, tal y como recoge el diario El País.
Así, Dinamarca, Países Bajos, Reino Unido, Polonia y Rumanía habrían contestado “sí”, mientras que Hungría, España, Lituania, Austria, Alemania y Portugal, habrían afirmado que “probablemente” otorgarán autorizaciones para la extracción de hidrocarburos del subsuelo a través de la polémica técnica del “fracking”, consistente en la inyección de agua y arena a alta presión a través de un pozo de gran profundidad, por sus inciertos efectos en la corteza terrestre y su presunta relación con la provocación de terremotos.
Los 17 Estados restantes de la UE se han pronunciado en contra de esta posibilidad, por falta de yacimientos o por rechazo político, como en el caso de Francia, “que al principio estaba dispuesta a explorar este campo”. El diario madrileño subraya la falta de reglamentación en esta cuestión en ámbito europeo:
Europa ha rechazado hasta ahora vetar esta técnica y ha dejado libertad a cada Gobierno para que regule si quiere que se emplee en su territorio [...] A finales de enero de 2014, Bruselas emitió unas recomendaciones, muy genéricas, en las que pedía a los distintos Gobiernos que evalúen el impacto medioambiental de los proyectos o que vigilen el riesgo sobre las aguas.
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Con los resultados de dicha encuesta, la Comisión Europea emitirá un informe en el próximo mes de agosto. “La duda es si, a partir de esta información, Bruselas se decantará por elaborar una regulación específica sobre el fracking”, prosigue El País. La situación es incierta. El asunto se debatió el pasado 7 de mayo en la Comisión de Industria del Parlamento Europeo, a través de una enmienda al informe sobre la Estrategia Europea de Seguridad Energética presentada por la izquierda parlamentaria y los Verdes para bloquear las nuevas autorizaciones, pero la enmienda fue rechazada “por un solo voto”, precisa El País. El informe que elaborará la Comisión será la base de nuevas discusiones próximamente, concluye el diario.