El Gobierno húngaro anunció el 23 de junio que suspende unilateralmente y de forma indefinida el acuerdo europeo sobre derecho de asilo, el llamado Reglamento de Dublín por "razones técnicas" no especificadas. De acuerdo con el reglamento, cada país de la UE es responsable de examinar las solicitudes de asilo de los refugiados que entran en la Unión a través de sus fronteras, incluyendo a los que más tarde se trasladan a otros países y los que son devueltos al país de que se trate.
El ministro húngaro del Interior ha declarado que Hungría es el país más afectado por la inmigración ilegal fuera de los países directamente interesados (Italia y Grecia en particular) y añadió que su país ha "agotado su capacidad" de acogida. Desde el comienzo del año, Hungría ha acogido a más de 60.000 inmigrantes, la mayoría de los cuales provenían de Serbia, en la frontera con la que Budapest está ahora construyendo una barrera de 175 km de longitud.
Si, según las estadísticas, Hungría alberga realmente una gran proporción de los refugiados que entran en la UE, no está claro en todo caso si Hungría pondrá en práctica su decisión, [indica](http: // nol.hu/belfold/magyarorszag-kedden-elhagyta-europat-1545243) Népszabadság, o si podrá beneficiar de alguna ayuda de sus socios europeos, porque
el reglamento establece claramente que no puede ser suspendido. [...] El año pasado, sólo 827 personas fueron devueltas a Hungría procedentes de otros Estados miembros.