En una entrevista concedida al semanario polaco Polityka, Andrew Moravcsik afirma que la Unión ha sido capaz de lograr un equilibrio entre el egoísmo nacional y el federalismo:
Europa funciona igual de bien no 'a pesar' sino precisamente 'porque no es tan centralizada como querrían los euroentusiastas; porque no gasta enormes sumas de dinero; y porque no tiene tantos funcionarios para ello.
De hecho, esta es la razón y no los ideales poco realistas los que siempre han prevalecido en la construcción europea. Son incluso los euroescépticos los que han hecho los mayores progresos:
De Gaulle es el origen de la política agrícola común, la política europea más centralizada, él que se oponía a las ideas supranacionales. Margaret Thatcher era anti-europea, pero promovió el mercado común.
Y es precisamente el mercado único lo que el investigador norteamericano alaba en mayor medida
Funciona bien, incluso aunque la mayor crisis desde la década de 1930 ha sido aquí. En aquel momento, las fronteras se cerraron, pero ahora, [...] están abiertas porque Europa tiene una fuerte protección institucional con la libre circulación de capitales y mercancías. Y esto no es un éxito efímero,sino un éxito duradero a nivel mundial.
Esta libre circulación se ve dificultada por la crisis actual de los migrantes, pero Moravcsik "no cree en una política de migración centralizada - con una distribución coordinada. Habrá en su lugar un regateo entre los estados miembros en función de su situación interna ".
Por otra parte, Europa se encuentra en la parte delantera del escenario. A pesar del ascenso de China, "Europa mantiene la ventaja sobre el Imperio Medio - económic, militar e influencia. [...] China es la más sobrevalorada del mundo, y la región más subestimada es Europa. Los Estados Unidos, por su parte,
No saben financiar y organizar la ayuda humanitaria, el comercio, apoyar a las instituciones internacionales, los derechos humanos, no pueden expandirse como Unión y casi no tienen influencia en Rusia, porque los dos países no llevan a cabo intercambios económicos.
Un pero de todos modos a este escenario elogioso:
La introducción del euro fue una mala decisión, en contra de la lógica económica moderna. Se creía que los ciclos económicos en la zona del euro convergerían progresivamente, pero no ha sido así. A medio plazo, la moneda única sólo ha beneficiado a países como Alemania, los Países Bajos y Finlandia y ha penalizado a Grecia, España, Portugal e Italia.