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"Protección del clima: fin de los coches de gasolina en 2050", titula Die Presse, que repasa los primeros aspectos conocidos del Libro Blanco sobre los transportes, que en estos momentos se está preparando en la Comisión Europea. Según el diario vienés, el documento prevé que en 2030, la cantidad de coches con motor de combustión interna que transitan por los centros urbanos deberá reducirse a la mitad, para desaparecer totalmente en 2050. Estas propuestas forman parte del objetivo europeo de reducir las emisiones de CO2 un 20% de aquí a 2020. El 8 de marzo, Günther Oettinger, comisario de Energía, presentó sus ideas. En especial, pretende obligar a los Estados a restaurar los edificios públicos y los inmuebles antiguos, imponer auditorías energéticas a la industria y ejercer una "presión suave" en el consumidor para que ahorre más energía. El coste anual de este programa se ha estimado en 270.000 millones de euros. Ante esta avalancha de normativas, Die Presse se pregunta si "la UE pretende algún día regular también nuestra flora intestinal" para crear una sociedad de eficiencia energética.
