El Gobierno holandés depende a partir de hora de un “doble apoyo”, constataDe Vokskrantal día siguiente de las elecciones al Senado. Desde su formación en 2010, recuerda el periódico, la coalición entre liberales (VVD) y democristianos (CDA) en la segunda cámara, la de los diputados,depende del PVV del populista Geert Wilders para ser mayoría. Al no obtener más que 37 escaños de 75 en la primera cámara, la de los senadores, en adelante necesitará también a los protestantes ultraconservadores del SGP, un partido que se niega a presentar mujeres a las elecciones. El primer ministro Mark Rutte “puede seguir en el cargo, pero deberá estar atento”, subraya De Volkskrant, pues a las exigencias del PVV en materia de inmigración y sanidad van a sumarse las del SGP, como la de una ley que prohíba la blasfemia o imponga el cierre de los negocios el domingo, lo cual va en contra de las ideas liberales defendidas por el Gobierno.
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