“¿Se declarará el mundo en bancarrota?”, titulaDer Spiegel ante el endeudamiento de Estados Unidos, la crisis del euro y el caos de las Bolsas. Sin demasiada esperanza, el semanario de Hamburgo explica cómo la política europea y estadounidense corre sin éxito detrás de los mercados financieros, desestabilizándolos cada vez más. Desde hace 3 años, tiempo en el que los Estados se han endeudado para rescatar a sus bancos, nadie ha respondido a la pregunta de quién iba a rescatar a los rescatadores, recuerda Spiegel. Hasta ahora, “el signo distintivo de los rescates europeos es que van siempre por detrás y son insuficientes”.
En cuanto a China, parece improbable que pueda salvar la economía mundial, immersa como está en una economía sobrecalentada que podría hacer explotar la próxima burbuja, apunta la revista. Y concluye: “La lección de esta crisis se resume en tres palabras: finanzas públicas sólidas”, lo que implica planes de austeridad duros y delegaciones dolorosas de soberanía nacional. “Por el bien de Occidente, nada es tan determinante como saber si los Gobiernos conseguirán reflexionar con una visión a largo plazo. Tienen que razonar más allá de las próximas elecciones.”