Después de China y Corea del Norte, pronto le tocará a Rumanía hacer un circuito turístico sobre su etapa comunista. Más de veinte años después de la caída de Nicolae Ceaucescu, la ministra de Turismo ha anunciado la creación de un "itinerario propagandístico”, que pasaría por los lugares que marcaron la vida del "Conducator". Una iniciativa justificada, entre otras cosas, según la ministra, por el hecho de que " el 50% de los rumanos añoran al dictador, porque consideran que vivían mejor en aquella época”, mientras que "un 40% de ellos creen que el comunismo ha sido algo positivo”.
La editorialista Sabina Fati opina al respecto que "los dictadores siguen seduciendo incluso después de muertos, pero los Gobiernos democráticos evitan entrar en esta espiral de fascinación póstuma”, y evoca las recuperaciones de las dictaduras que han tenido lugar en países como Alemania o Serbia, pero "estas últimas son resultado de la extrema izquierda- la glorificación del Muro de Berlín- o de empresarios privados- el “Tren Azul” de Tito. “A ningún ministro español se le ocurriría crear un itinerario turístico siguiendo los pasos de Franco”, concluye Sabina Fati.