"Suiza se ve obligada a facilitar nombres al fisco norteamericano”, titula Le Temps, que explica que Washington ha “recopilado información importante que le lleva a acusar a los bancos helvéticos de haber ayudado a sus clientes norteamericanos para que no declararan su fortuna situada en Suiza”. Dos años después del caso UBS, que había forzado a Suiza a facilitar 5.000 nombres de clientes al fisco de los Estados Unidos, "Washington reclama de nuevo nombres de clientes. Para dar ejemplo. Para disuadir a los estafadores y demostrar que Suiza ya no es un refugio fiscal seguro”.
"Para los negociadores helvéticos, ha quedado claro que la cuestión ahora no es saber si el país deberá ceder a esta exigencia, sino cómo”, constata el diario de Ginebra, que señala que "los Estados Unidos ya han comunicado que una ‘solución global’ como la adoptada con Alemania y Reino Unido no les interesaría”.
Efectivamente, Reino Unido acaba de firmar, algunas semanas después de Alemania, un acuerdo con Berna relativo al capital británico en Suiza. “Este acuerdo permitirá a Londres gravar las cuentas pertenecientes a ciudadanos británicos en cuentas secretas abiertas en la Confederación Helvética”, explica Les Echos. Para el diario francés, “garantizando el anonimato de los titulares de cuenta”, Suiza “ha salvado lo más importante de su secreto bancario.” Y de hecho, “ha conseguido quebrar la unión de Europa en materia de lucha contra la evasión fiscal”.