Dos días antes de su anuncio oficial, el 7 de septiembre, Der Spiegel revela la magnitud del fallo del Tribunal Constitucional alemán sobre la constitucionalidad de la aportación de Berlín a los planes de rescate europeos. Según el semanario, los jueces de Karlsruhe se han puesto de acuerdo a la hora de exigir una participación sustancial [del Parlamento federal] en todas las medidas de rescate que se tomen en el futuro". Es decir, que el Gobierno no podrá concertar acuerdos con sus socios europeos sin contar con el Parlamento. Que esta decisión llegue en el momento en el que el Parlamento comienza el debate sobre la votación del plan de rescate griego se trata “en parte de una casualidad, y en parte se ha buscado”, reconoce el presidente del Tribunal. De hecho, señala Der Spiegel, "todas las partes se encuentran próximas a la línea fijada de compromiso” acerca del reparto de los poderes de decisión.
”El Gobierno ha comprendido que debe conceder a los diputados un derecho de intervención", explica Der Spiegel. El representante de Alemania en el FEEF [Fondo Europeo de Estabilización Financiera] no puede cerrar un acuerdo sino después de que lo apruebe el Bundestag– si no, éste podría imponer su veto”. Y eso “aunque el propio ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, tenga dudas […] y miedo de que el FEEF no reaccione con la rapidez necesaria” frente a la crisis. “Pero la canciller, que se preocupa por disfrutar de mayoría dentro de las filas de su coalición durante la votación, acepta las demandas de los diputados”. Der Spiegel cita a un juez del Tribunal Constitucional: “El derecho presupuestario es una de las joyas del Parlamento. Pero cuando el soberano comienza a vender sus joyas, se arriesga a que su libertad se vea limitada”.