El texto prevé sobre todo una reforma de los tratados cuyo objetivo es introducir el principio del rigor presupuestario, así como sanciones “inmediatas” y “automáticas” para los Estados cuyo déficit supere el 3% del PIB. París y Berlín reclaman igualmente la instauración de una “regla de oro reforzada y armonizada de ámbito europeo”, para que cada país pueda implantar mecanismos con los que garantizar su cumplimiento del objetivo de equilibrio presupuestario. Durante este tiempo, la agencia de calificación Standard & Poor’s ha anunciado que ha puesto “en vigilancia negativa” a los países de la eurozona, incluidos los seis que mantienen la calificación de “triple A”.
En Madrid ElPaíscalifica el acuerdo de “cojo”, ya que es “insuficiente” en su conjunto y cada pieza “discutible”, sobre todo porque el reparto de las responsabilidades se encuentra totalmente ausente:
Es insuficiente porque Merkel y Sarkozy no dibujan, contra lo que reiteran, una unión fiscal, [...] sino un mero énfasis en la disciplina presupuestaria. Una reforma del Tratado bajo amenaza se hará solo para la eurozona en caso de boicot de unos pocos y presiona a todos; pero también abre la caja de Pandora de interminables y paralizantes discusiones bizantinas: los actuales Tratados costaron 10 años. [...]Pero las mayores deficiencias radican en la indefinición de los mecanismos urgentes para la superación de la crisis. Apenas hay una referencia al adelanto a 2012 del fondo de rescate definitivo; un clamoroso silencio sobre el papel indispensable del BCE y un lamentable rechazo de los eurobonos. Exigua cosecha: si no se mejora en la cumbre [del 8 al 9 de diciembre], difícilmente la alegría de los mercados será duradera. – El País
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“Berlín se sale con la suya”, destaca por su parte La Stampa. Si bien el diario turinés aprecia que Merkel y Sarkozy hayan reconocido la autonomía del presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, lamenta que los dos hayan llegado a un acuerdo en detrimento de los eurobonos, los famosos bonos de Estado europeos. Por lo demás, “nada nuevo”:
lo que más llama la atención es aquello de lo que no han hablado: el dúo ha evitado hablar del BCE, cuya intervención más activa defiende Sarkozy, mientras que Merkel quiere que se limite a su función estabilizadora. – La Stampa
Desde Portugal, JornaldeNegóciosseñala que
Los que conocen Europa saben que Merkozy ha trazado un camino incierto para ganar la batalla contra el hundimiento inmediato del euro, pero que ha vuelto a abrir las heridas dentro de la soberanía y de la democracia de los países europeos y de la UE, unas heridas que surgieron cuando estalló la crisis en 2010. – Jornal de Negócios
Su compatriota Público opina por su parte que
Alemania se dispone a germanizar Europa […]. Incluso aceptando la idea de que es necesario “reforzar y armonizar” la integración fiscal y presupuestaria en la eurozona, las exigencias del dúo Merkozy hacen pensar en reparaciones de guerra. Son exigencias a los perdedores y a los afligidos, pero nada que exija esfuerzo, dinero ni solidaridad. – Público
El diario estonio Postimeeslamentaque, una vez más, “los jefes de Estado de la UE hayan debilitado las instituciones europeas”:
Toda acción de rescate de la eurozona se coordina a través del Consejo Europeo, aunque esta institución nunca ha sido un órgano de gobierno democrático. Habría que otorgar más voz al Parlamento. La vuelta hacia Europa de las naciones significaría también la marcha atrás en materia de gobierno democrático y en el ámbito de la política mundial sería mucho más catastrófico que el 11 de septiembre de 2001 o las guerras en Irak y en Afganistán. – Postimees
Fuera de la eurozona, también prevalece el escepticismo. Así, en Bucarest, Adevarul se resignaa que la nueva Europa “no será perfecta ni parecerá un poema”:
Más allá de los refinamientos de la política francesa, Europa prosigue su camino, vinculada a Alemania. […] Todo se articulará alrededor del núcleo de la eurozona y los demás países, los que no forman parte de ella, tendrán que luchar para seguir el ritmo. Así lo harán Rumanía, Polonia y los países bálticos, por la cuenta que nos trae. No tenemos otra opción. – Postimees
Por último, paraRzeczpospolita, el acuerdo entre Merkel y Sarkozy sobre una Unión de la estabilidad no tiene nada de avance o de revolución, sino que se trata de una “vieja Unión, anclada en los compromisos”:
Si se pudiera dibujar la palabra “compromiso”, hace tiempo la habríamos puesto sobre la bandera de la UE, en lugar de las estrellas. Y hoy no nos preguntaríamos qué estrella será la primera en caer. Pero aún así, se puede llegar a un acuerdo. Y muy probablemente descubriremos que es perfectamente posible formar parte de la UE estando fuera. – Rzeczpospolita