“¿La UE premio Nobel de la Paz?”, se cuestiona Süddeutsche Zeitung: “este montón de Estados más o menos en bancarrota y enemistados entre sí cuyo principal proyecto, la unión monetaria, está a punto de saltar por los aires? Resulta sorprendente la decisión del comité noruego, que debe tener en cuenta que sus decisiones serán tomadas en serio a largo plazo”. El diario de Munich reconoce, no obstante, el mérito de la construcción europea en la salvaguarda de la paz en Europa, así como los “honorables esfuerzos” por transmitir un mensaje de paz en el mundo. Con todo, recuerda que
la UE no desempeña un papel importante en la búsqueda de la paz en el mundo y esta situación seguirá así durante bastante tiempo. No hacía falta esperar la amarga experiencia de la crisis del euro para darse cuenta de que los europeos no juegan en equipo en los momentos decisivos y de que sienten más su camisa nacional que su falda europea.
Para el diario en línea francés La Tribune, se trata de un premio Nobel “sorprendente”, en un momento en el que Europa sufre de lleno los efectos de la crisis y que
estas dificultades han desvelado que, al margen de los discursos tranquilizadores de los dirigentes europeos, los ciudadanos están más apegados a su realidad nacional, tal y como lo demuestra la reticencia de los países del norte, con Alemania a la cabeza, de pagar por los países del sur. […] Paradójicamente, este premio podría traducir más bien la inquietud del Comité relativa al futuro y a la cohesión de la UE. La idea consistiría en recordar la utilidad de la UE en un momento en el que aumenta el número de aquellos que dudan de ella”.
Según El País, se trata de “una recompensa inesperada” para la UE, al tiempo que recuerda que Noruega, país que concede este Nobel, “se niega a pertenecer al club, opción que rechazó en sendos referendos, en 1972 y 1994, y hoy los sondeos apuntan que casi tres de cada cuatro noruegos mantienen el mismo repudio”. El diario estima que
“la paz es consustancial a la UE, cuya diplomacia busca siempre […] el mejor modo de resolver conflictos antes de que ocurra lo peor o de buscar salidas a situaciones ya envenenadas. […] La Unión llegó mal y tarde a la guerra de los Balcanes, donde Estados Unidos tuvo que sacar las castañas del fuego a Europa […] en la estrategia del palo y la zanahoria que debe acompañar a toda política exterior, la UE es tan roma con el palo como diestra con la zanahoria y ese hándicap no le ha ido nada mal a una Unión envuelta con naturalidad en la bandera de los Derechos Humanos”.
En Rotterdam, el redactor jefe de NRC Handelsblad, Juurd Eijsvoogel comenta que
El presidente del Comité Nobel había anunciado que la elección de este año sería polémica. Y así será, probablemente, porque la UE está en el ojo del huracán. Con semejante decisión, el Comité toca un tema delicado, tal y como ya hizo en 2009 con la elección de Barack Obama. Sin embargo, por otro lado, resulta difícil negar la importante contribución de la UE a la coexistencia pacífica en Europa.
En un comentario publicado en la página web de la televisión pública RTP, la cronista de Público Teresa de Sousa señala que la concesión del Nobel de la Paz a la UE
es un aviso que llega en el momento más oportuno para que los gobernantes y dirigentes, así como las instituciones europeas, sigan reflexionando sobre cómo evitar el colapso de Europa. […] La cuestión es saber si los líderes europeos van a prestar la debida atención a este premio. […]