To Vima señala que se trataba de la “última oportunidad”. El 7 de noviembre, el Parlamento griego votó sobre los recortes de 18.000 millones de euros que se incluyen en el tercer memorándum firmado por el Gobierno de coalición de Antonis Samaras y la troika integrada por la UE, el BCE y el FMI. De los 299 diputados presentes, 153 se pronunciaron a favor y 128 en contra. De este modo, Atenas podrá recibir 31.500 millones por parte de la UE y del FMI y evitar así el impago a final de mes. Pero según el sitio web del semanario, se trata de “una victoria pírrica”:
Es evidente que el Gobierno sale perjudicado con esta votación. El PASOK socialista ha perdido 6 diputados, la Nueva Democracia uno y estos dos partidos están seguros de que el tercer partido que sustenta a la coalición, la Izquierda Democrática de Foris Kouvelis, seguirá apoyando las decisiones del Gobierno. [...] En este momento, el Gobierno, con el voto de los diputados, lo único que puede hacer es solicitar la ayuda de los europeos y exigir que se desbloquee cuanto antes el pago prometido. Este "último voto" y esta "última oportunidad" no deben desaprovecharse. Por la sencilla razón de que sería un crimen ante los grandes sacrificios que ha realizado el pueblo griego.
“Un voto de thriller” en “un día de vergüenza”, sintetiza en dos titulares To Ethnos. Porque la votación se retrasó mucho, tras largas negociaciones y bajo la presión de una multitud de más de 70.000 manifestantes reunidos ante el Parlamento para protestar contra estas nuevas medidas de austeridad. En su crónica, el editorialista Georges Delastik se indigna contra el espectáculo que ofreció la democracia griega:
A pocas horas de la votación, el ministro de Finanzas, Yannis Stournaras propuso añadir al voto la reducción salarial de los empleados del Parlamento. Como es evidente, estos se manifestaron, se movilizaron y se reunieron urgentemente para decretar una huelga. Movilizaron a la policía [normalmente movilizada por los manifestantes] y bloquearon la entrada del despacho del primer ministro. El ministro de Finanzas se vio obligado a retirar su propuesta. Pero esto es una muestra del circo que ofrece el Parlamento.
Por su parte, Kathimerini previene que, independientemente de las condiciones con las que se haya aprobado plan, no soluciona nada:
No se puede salvar a Grecia con un solo gesto como la votación de una ley. Para salvar a Grecia es necesario un largo proceso que exige la participación activa del pueblo. [...] Los políticos griegos tienen que dejar de contar con un cambio de equilibrio de poderes en Europa. Tienen que dejar de acusar a las “fuerzas conservadoras” de ser socialmente insensibles. Tienen que dejar de contar con el enfrentamiento entre Washington y la Alemania de Merkel. [...] Grecia es un vestigio del Imperio otomano desde su hundimiento hace alrededor de un siglo. De nuevo, se ha iniciado un esfuerzo de occidentalización. Pero esto exigirá algo más que introducir o imponer una nueva política económica.