Después de los ataques de enero y la intervención militar en Siria, las autoridades francesas estaban en alerta y han reforzado la vigilancia de sospechosos, pero no han podido evitar que un grupo de yihadistas cometa el más sangriento atentado en Europa desde 2004.
"La barbarie terrorista ha dado un paso histórico" escribe Laurent Joffrin. Para el director de Libération
Es Francia, su política, su papel internacional, lo que han atacado los asesinos, no en los ataques dirigidos contra Charlie Hebdo o el hipermercado casher, sino a través de una crueldad indiscriminada desatada para inspirar terror a un pueblo. La sociedad francesa se debe armar de valentía para no ceder un milímetro a los asesinos, para ejercer su vigilancia y su voluntad resuelta de hacer frente al horror, sobre los principios de derecho y de solidaridad. La República, el Estado movilizado y sus fuerzas de seguridad, se enfrentarán a la dura prueba sin temblar, con toda la eficiencia que les son propias. Es imposible no conectar estos sangrientos acontecimientos con los combates en curso en Oriente Medio. Francia jugará su parte. Debe continuar su acción sin parpadear. Sólo la unidad del país, sólida y voluntaria, apoyándose en sus valores, permitirá que el país pueda hacer frente a su mayor desafío.
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Los autores de los ataques inspiran "ira y disgusto" al editorialista Jean-Marie Montali en Le Parisien. Para él,
Estos bárbaros de Dios, soldados de pacotilla cuyo heroísmo es matar a personas inocentes, masacran a ciegas, porque quieren poner a Francia en estado de shock. Paralizarla. Dividirla. Pero en nombre de los verdaderos mártires de ayer, las víctimas inocentes, y en nombre de la República, Francia sabrá permanecer unida y hacerles frente.
Para Le Figaro, lo que tuvo lugar la noche del viernes fue "el escenario negro temido por los servicios policiales y de inteligencia". El diario cita a varios expertos que habían denunciado como "muy probable" una serie de ataques como los de París, puestos en marcha por
Un equipo más o menos grande de chicos que vienen de teatros de operaciones donde han adquirido experiencia, quizás Siria, quizás en Libia, en Yemen, que se hacen con las armas sobre el terreno (en Francia) y que pasan a la acción.
"Esto es una novedad en Francia en materia de atentados" indica Le Monde :
Estos ataques, más o menos "complejos", en cuanto a la forma de actuar en varias etapas, se inspiran en una forma de violencia que han estado en marcha desde hace varios años en zonas de conflicto como Afganistán, Irak y Siria, donde reina una forma de violencia de la que Francia se creía protegida hasta ahora.
En L'Opinion, Jean-Dominique Merchet explica que "Francia está entrando en una nueva fase de la guerra terrorista". Los ataques del viernes son
Una ruptura en los modos de acción terrorista con Francia como objetivo. Y eso, en cuatro niveles diferentes: los objetivos, la simultaneidad, el alcance y el método, suicida. [...] Al cruzar una nueva etapa de la guerra, los terroristas nos han ganado una batalla. El terrorismo es, básicamente, un arma de comunicación masiva: la resonancia de actos como el del viernes es inmensa. Este es el efecto buscado por los autores y se ha obtenido, ya que estamos legítimamente atrapados en nuestras emociones. El terror es eficaz. [...] Los ataques tienen lugar en París a dos semanas del COP21, que reunirán en Parísa decenas de Jefes de Estado o de Gobierno. El desafío para la seguridad es alto y se vuelve fundamental. En otro asunto, el de Siria, con la reunión de este sábado en Viena, se reúnen los principales países involucrados en la solución de esta crisis. ¿Francia mantendrá su línea de ni Bashar ni Daech después de que el terrorismo haya golpeado tan fuerte?