"La opción nuclear", que consiste en fijar el tipo de cambio mínimo entre el franco y suizo y el euro (1,20 franco por un euro) constituye una "gran apuesta", como titula Le Temps. Para el diario de Ginebra, esta opción
"desafía frontalmente la lógica de los mercados financieros que buscan refugio [en el franco suizo] para protegerse de una Eurozona cercana a la explosión y de un dólar emplomado por montañas de deudas y déficits". "El BNS ha estimado, con razón, que la Eurozona y la economía estadounidense no ofrecen a medio plazo ninguna garantía de que vayan a alcanzar la estabilidad. Para las empresas de exportación, la cotización del franco [desde el inicio del año, la divisa helvética se ha cotizado a un 11% con respecto al euro y más del 15% con el dólar] resultaba insoportable y mortal, por lo rápida y brutal que ha sido", explica el diario. – Le Temps
“Bienvenidos al euro-club”, señala el Handelsblatt, que ilustra su planteamiento con un fotomontaje que muestra la bandera de la UE a los pies del Cervino, el emblemático monte de Suiza. En opinión del diario económico de Düsseldorf, la decisión del BNS marca “el fin de una época. Suiza, que desde siempre ha apreciado su independencia, vincula su moneda al euro. La industria relacionada con la exportación ha sufrido demasiado con el franco”. Por su parte, el diario DieWeltconstata que “ya no hay islas” en Europa:
“Durante años, Suiza ha vivido una excepción: bajos niveles de impuestos al capital, un secreto bancario inquebrantable, la economía era estable”, recuerda el diario berlinés. Pero “una moneda nacional demasiado fuerte constituye una amenaza existencial para las exportaciones y el turismo”. De hecho, esta decisión demuestra dos cosas: que esta isla en realidad está estrechamente ligada a la Eurozona y que Suiza va a volverse a la fuerza cada vez más europea”. Esto demuestra igualmente que un “sistema económico transnacional no soporta las diferencias entre monedas”. – Handelsblatt
“El franco se pone tenso”, titula Gazeta Wyborcza y destaca que “el Gobierno suizo ha sorprendido a todos al fijar un límite para el tipo de cambio de su moneda y al afirmar que iba a defenderlo hasta el final”. Para el diario de Varsovia,
“Esta intervención es un acto de desesperación del BNS, que durante meses ha intentado devaluar el franco. Una moneda fuerte significa efectivamente que el ‘made in Switzerland’ resulta caro para la exportación, que las empresas suizas despiden a los empleados, que los suizos van a hacer la compra a los países vecinos, que ahora resultan más baratos. ¿De qué armas dispone el BNS? En primer lugar, de grandes reservas financieras; en segundo lugar, puede poner en funcionamiento la plancha de billetes. Es lo que hacen los bancos centrales europeos y estadounidense cuando necesitan más liquidez para adquirir bonos del tesoro de los países en riesgo de quiebra”. – Gazeta Wyborcza